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Permanece tan cerca del
Corán que con cada vuelta de página tu corazón también se vuelva, tu carácter
cambie y te vuelvas mejor, te acerques a Allah y entiendas mejor tu religión.
Permanece tan cerca del
Corán que no sólo sea tu compañero en esta vida, sino que él te considere a ti
su compañero en esta vida y en el Día Final.
Permanece tan cerca del Corán que sea
para ti el amigo fiel al que volverse cuando necesitas escuchar palabras de
consuelo, un hombro en el que apoyarte en los momentos difíciles y una guía en
los momentos de confusión.
Permanece tan cerca del Corán
que se te reconozca por él, en tu carácter y en la manera en la que conduces tu
vida.
Permanece tan cerca del
Corán que no puedas imaginarte morir sin haberlo memorizado, ni comparecer
delante de Allah sin conocer Su Libro, Sus aleyas, Sus palabras.
Permanece tan cerca del
Corán que puedas encontrar una aleya para cada momento de tu vida, y sepas en
todo momento qué hacer.
Permanece tan cerca del
Corán que nada, nada, se pueda interponer entre El y tú.
Permanece tan cerca del Corán
que un día sin El te haga sentir vacío e incompleto.