Un profesor habla a sus alumnos del Noble Corán y de como este sea incomparable a otros escritos humanos.
En efecto, Allah ha desafiado con él a los hombres y a los jinns, declarando que si el Corán no fuera la palabra de Allah hubieran encontrado en su interior numerosos errores.
A este punto uno de los estudiantes levanta la mano y el profesor le da la palabra.
El estudiante dice:
Si, ciertamente hay errores en el Corán
El Profesor:
Muy bien, ¿como cuál por ejemplo?
El estudiante:
En el Corán se dice, en la Sura 33 Al Ahzab, 4 (Los Coligados):
"Allah no puso dos corazones en el interior del hombre.”
Esto es un error, habría sido mas correcto decir que Allah no puso dos corazones en el interior del ser humano, puesto que ningún ser humano tiene dos corazones en su interior, no solamente el hombre.
El silencio se adueñó del aula después de que el estudiante hablara...
El profesor se quedó un momento pensativo y silencioso, reflexionando...
Finalmente se dirigió a los estudiantes diciendo:
Yo no veo ningún error, antes al contrario, el Corán se expresa con términos de absoluta precisión.
El estudiante:¿Y cómo es eso?
El Profesor:
Verás, si el Corán hubiera dicho: “Allah no puso dos corazones en el interior del ser humano”, como tú has sugerido, entonces si que hubiéramos encontrado un error, pero el hecho de que el Corán diga:
"Allah no puso dos corazones en el interior del hombre.”
es la prueba de la precisión prodigiosa del Corán, puesto que la mujer en un determinado momento de su vida sí tiene dos corazones en su interior.
Cuando la mujer está embarazada tiene dos corazones en su interior, el suyo y el de su bebé. Pero el hombre nunca.
Por eso, para que esta afirmación sea siempre válida, es preciso que se hable solamente del hombre, y no de todo el género humano.
Un prueba de que el Corán es de una precisión prodigiosa.
Al Hamdoulillah que ha hecho que una crítica del Corán se convierta en una prueba de su infalibilidad.