Si
alguien te diera una planta para que la cuidaras,
¿no harías todo
lo posible para que no muriera?
Y por supuesto le darías
todo lo que
la planta necesita,
y la mantendrías alejada
de lo que podría
dañarla.
Al mismo tiempo estudiarías
de qué planta se trata
y qué
es lo que necesita
para que crezca bien.
Pues bien, todos tenemos una
planta,
muy delicada y muy fuerte a la vez,
a la que cuidar,
y que
nos ha sido dada por Allah.
Está plantada en nuestro corazón
y se
llama “Shajarat-ul-Iman",
el Arbol de la Fe.
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