La Fé (Iman) es como un buen y fuerte árbol que está firmemente enraizado en buena tierra, con sus ramas que se dirigen hacia el cielo, que dá abundante fruto por la gracia de su Señor.
Y si la Fé es el árbol, sus raices son la aqidah, que está bien anclada en el corazón, y su tronco, sus ramas y sus frutos son las acciones.
Sin duda si se cortan las raíces o se secan el árbol no podrá sobrevivir.
De igual forma la Fé no subsistirá si la aqida desaparece. Si se corta el tronco o las ramas, el árbol se debilitará llegando incluso a morir, porque la presencia de las ramas y las hojas es esencial para la existencia del árbol.
De forma similar si descuidamos las acciones, en parte o totalmente, la fé irá disminuyendo.
Sheykh ‘Umar Sulayman ‘AbdAllah al- Ashqar
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