Ibn Abbas (r.a.) narra en un extenso hadith que escuchó a Rasulullah (s.a.w.) decir:
“Y la noche de eidul fitr, la noche que es llamada láilatul yá’izah (la noche de la entrega del premio), llega.
Por la mañana del eid, Allah envía a los maláikah a todas los lugares del planeta en donde toman sus posiciones en los caminos, llamando con una voz que es escuchada por todos menos por los hombres y los genios:
“Oh Ummah de Muhammad (s.a.w.), salgan pronto de sus casas hacia su Señor que es noble y lleno de gracia, quien les concede tanto y les perdona sus mayores faltas”.
Cuando las personas se acercan para el salah del Eid, Allah le dice a los ángeles: “¿cuál es la recompensa para aquel empleado que ha cumplido con sus servicios?”, a lo que los maláikah responden: “Oh Señor y Maestro, sólo es justo que reciban su recompensa completa por la realización de sus servicios”.
Luego Allah dice: “Los llamo para que atestigüen, Oh mis maláikah, que por su ayuno durante el mes de Ramadán y por haber estado en pie ante mí en oración por la noche, les he concedido como recompensa Mi complacencia y les he concedido perdón. Oh mis siervos pídanme, que juro por mi Honor y mi Grandeza que sea lo que sea me rueguen en este día por sus necesidades en la otra vida, se los concederé; y sea lo que sea que me soliciten por sus necesidades mundanas, las resolveré. Por mi Honor lo juro, mientras ustedes obedezcan mis órdenes, yo cubriré sus faltas. Por mi Honor y mi Grandeza juro que nunca los desgraciaré entre los que obran mal y los que no creen. Partan de aquí, han sido perdonados. Me han complacido y Yo les complaceré”.
Los maláikah, al ver la gran recompensa otorgada por Allah a la Ummah de Muhammad (s.a.w.) en el día de eidul fitr, se alegran”.
(At-Targhib. Un hadith similar es reportado por Anas (r.a.) en Al Baihaqí).
No hay comentarios:
Publicar un comentario