Una persona contempla desde la ventana abierta de su habitación el más hermoso paisaje que se pueda imaginar. Se extiende ante sus ojos como un verdadero paraíso…
Pero curiosamente no le viene nunca la idea de salir de su habitación para ir fuera, al encuentro de tanta belleza cercana.
Todo lo tiene ahí, accesible, gratuíto, sólo para ella, sin que tenga que esforzarse para alcanzarlo.
La persona está viva, tiene salud, tiempo libre...pero no se plantea franquear el umbral...
Va y viene, pasa constantemente delante de esa ventana y vuelve a pasar, se da cuenta del placer de estar alli, tan cerca de la belleza...pero permanece encerrada en su habitación, su único universo conocido, tan limitado, tan exiguo.
Los años pasan, sus cabellos se vuelven blancos y caen, como caen los pétalos de rosa y las hojas de los árboles a las que nunca se ha acercado, ni tocado, ni sentido...
Asi la persona ve llegar el final de sus dias, hasta que muere entre esas cuatro paredes cuya pintura se ha descolorido.
Esta persona es él, ella, el otro…es el Musulmán en su bonita casa, que aunque posee el Corán. Gracia Infinita, bien a la vista sobre la mesa del salon o en su habitación, nunca lo abre para leerlo, para llenarse de misericordia...
El Corán está ahí, a nuestro lado, cercano a nosotros, nos llama...
¿Responderemos a su llamada?
“Ha venido a vosotros, procedente de Allah, una luz y un Libro claro. Con el que Allah guía a quien busca Su complacencia por los caminos de la salvación.Y los saca de las tinieblas a la luz con Su permiso y los guía al camino recto”.
Coran 5, 15-16
De: L'oasis de l'excellence
Traducción Nabila Peña
Pero curiosamente no le viene nunca la idea de salir de su habitación para ir fuera, al encuentro de tanta belleza cercana.
Todo lo tiene ahí, accesible, gratuíto, sólo para ella, sin que tenga que esforzarse para alcanzarlo.
La persona está viva, tiene salud, tiempo libre...pero no se plantea franquear el umbral...
Va y viene, pasa constantemente delante de esa ventana y vuelve a pasar, se da cuenta del placer de estar alli, tan cerca de la belleza...pero permanece encerrada en su habitación, su único universo conocido, tan limitado, tan exiguo.
Los años pasan, sus cabellos se vuelven blancos y caen, como caen los pétalos de rosa y las hojas de los árboles a las que nunca se ha acercado, ni tocado, ni sentido...
Asi la persona ve llegar el final de sus dias, hasta que muere entre esas cuatro paredes cuya pintura se ha descolorido.
Esta persona es él, ella, el otro…es el Musulmán en su bonita casa, que aunque posee el Corán. Gracia Infinita, bien a la vista sobre la mesa del salon o en su habitación, nunca lo abre para leerlo, para llenarse de misericordia...
El Corán está ahí, a nuestro lado, cercano a nosotros, nos llama...
¿Responderemos a su llamada?
“Ha venido a vosotros, procedente de Allah, una luz y un Libro claro. Con el que Allah guía a quien busca Su complacencia por los caminos de la salvación.Y los saca de las tinieblas a la luz con Su permiso y los guía al camino recto”.
Coran 5, 15-16
De: L'oasis de l'excellence
Traducción Nabila Peña
¿Es cierto que leyendo el corán puedo conseguir la belleza y la felicidad que nunca logre en mi vida tan triste y desgraciada??
ResponderEliminar¿Puede el coran ayudarme a ser guapa y feliz en este mundo tan cruel? por favor que alguien me guíe para conseguir la felicidad y el perdon mediante el islam....
Allah no mira nuestro aspecto fisico, mira nuestro corazon, y si nuestro corazon esta lleno de Allah y de Su palabra, seremos entonces felices y Allah estara satisfecho de nosotros.
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