Cierra los ojos. El está contigo. Tan cercano. Sabe todo de ti. En lo más pofundo de tu ser.
Está ahí. Es la verdad suprema. Aquel que nunca miente. Que no traiciona.
El único que merece ser adorado.
Es a ti a quien mira. A ti a quien pregunta.
Ciego aquel que no ve. Sordo aquel que no oye.
“Todo cuanto en la tierra hay, es perecedero. Pero la faz de tu Señor, Dueño de Majestad y Honor, permanece”.
(Coran, 55, 26-27)
Las sombras que aparecen en tu vida no tienen que hacerte dudar de Su luz eterna.
La tristeza de los días no podrá ensombrecer el futuro radioso que se anuncia si Lo reconoces, si Lo sientes, si Lo adoras.
Elimina de tu corazón los problemas del mundo.
No temas la amenaza de aquellos que subestiman la sumisión. No hay nada que El no domine. Nada que pueda impedir que se haga Su voluntad. Si estás con El, El estará contigo.
¿No nos ha dicho :
“Así pues, recordadme que Yo os recordaré”.
(Coran, 2, 152)?
¿Entonces? ¿No es tiempo de que despertemos?
De que respondamos a la invitación del Señor:
“Y Allah invita a la Morada de la Paz y guía a quien quiere al camino recto”.
(Coran,10, 25)
Habrá quien se burle de ti. Dirán que eres un fanático. Un “loco de Dios”. Un iluminado.
Pero tú sabes bien que detrás de sus voces, detrás de sus gritos, detrás de sus banderas, detrás de sus armas, detrás de sus fuegos artificiales y de sus ídolos de paja, no hay nada. Un cortejo de sombras que se desvanace en las tinieblas. Imágenes seductoras sin profundidad. Delicias pasajeras sin futuro. Aman el mundo como deberían amar Allah.
Aquel que ha encontrado a Dios, ¿qué ha perdido?
Y aquel que ha perdido a Dios, ¿qué ha encontrado?
Cierra los ojos. El está contigo. Y nadie más.
El dice : « Estoy con mi siervo en tanto que Me recuerda ».
El sólo merece la posternación y la oración.
El sólo merece que nos comprometamos noche y día en el camino de la fe.
Amalo con todo tu corazón. El nunca te traicionará. Nunca te abandonará.
¿Entonces? ¿Te vas a despertar?
Hani Ramadan
Está ahí. Es la verdad suprema. Aquel que nunca miente. Que no traiciona.
El único que merece ser adorado.
Es a ti a quien mira. A ti a quien pregunta.
Ciego aquel que no ve. Sordo aquel que no oye.
“Todo cuanto en la tierra hay, es perecedero. Pero la faz de tu Señor, Dueño de Majestad y Honor, permanece”.
(Coran, 55, 26-27)
Las sombras que aparecen en tu vida no tienen que hacerte dudar de Su luz eterna.
La tristeza de los días no podrá ensombrecer el futuro radioso que se anuncia si Lo reconoces, si Lo sientes, si Lo adoras.
Elimina de tu corazón los problemas del mundo.
No temas la amenaza de aquellos que subestiman la sumisión. No hay nada que El no domine. Nada que pueda impedir que se haga Su voluntad. Si estás con El, El estará contigo.
¿No nos ha dicho :
“Así pues, recordadme que Yo os recordaré”.
(Coran, 2, 152)?
¿Entonces? ¿No es tiempo de que despertemos?
De que respondamos a la invitación del Señor:
“Y Allah invita a la Morada de la Paz y guía a quien quiere al camino recto”.
(Coran,10, 25)
Habrá quien se burle de ti. Dirán que eres un fanático. Un “loco de Dios”. Un iluminado.
Pero tú sabes bien que detrás de sus voces, detrás de sus gritos, detrás de sus banderas, detrás de sus armas, detrás de sus fuegos artificiales y de sus ídolos de paja, no hay nada. Un cortejo de sombras que se desvanace en las tinieblas. Imágenes seductoras sin profundidad. Delicias pasajeras sin futuro. Aman el mundo como deberían amar Allah.
Aquel que ha encontrado a Dios, ¿qué ha perdido?
Y aquel que ha perdido a Dios, ¿qué ha encontrado?
Cierra los ojos. El está contigo. Y nadie más.
El dice : « Estoy con mi siervo en tanto que Me recuerda ».
El sólo merece la posternación y la oración.
El sólo merece que nos comprometamos noche y día en el camino de la fe.
Amalo con todo tu corazón. El nunca te traicionará. Nunca te abandonará.
¿Entonces? ¿Te vas a despertar?
Hani Ramadan
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