viernes, 11 de marzo de 2011

La seguridad está con Allah





Allah Todopoderoso no nos deja estar cansados de servirle.
Si eres un verdadero creyente no tienes razón para sentir cansancio, inseguridad, pena o miedo. Ante cualquier síntoma de malestar, el incrédulo debe, ante todo, creer en Allah, pues nadie da la paz sino Allah.
Si eres creyente y has hecho mal a alguien o has realizado alguna acción prohibida o indeseable debes parar, porque de lo contrario el daño volverá a ti y cuanto más insistas más permanecerá y más sufrirás.

Siempre deberíamos esforzarnos en servir a Allah y no sentirnos demasiado cansados o sin ganas para hacerlo. Ante un insistente malestar en tu interior debes hacer wudu y, si el desequilibrio persiste, debes rezar. Los ángeles nunca están demasiado cansados, están siempre haciendo dikhr.
Si estás alabando al Señor, Él sostendrá tu alma y el alma sostendrá al cuerpo.
Cuando el apoyo espiritual se acabe, el cuerpo morirá, porque ya nadie lo sostiene.
Y así es que la diferencia entre el que recuerda a Allah y el que no lo hace es como la diferencia entre el vivo y el muerto. Y ésta es la causa de la muerte durante la vida, una vida biológicamente demostrable pero islámicamente inviable. Cuando el alma sale del cuerpo, éste muere, porque la prueba de esta vida ha llegado a su fin.

De acuerdo con el dhikr y las buenas acciones que tú realices encontrarás paz, felicidad y satisfacción en ti mismo.
Cuanto más tiempo pases con Allah en forma de oraciones y servidumbre, hallarás una felicidad secreta dentro de ti mismo.
La gente busca en todas partes, en el mundo exterior, la felicidad.
Pero es imposible. Aún cuando sean reyes, aristócratas o las personas más ricas de la tierra, las cosas materiales nunca les van a dar satisfacción.
Sólo la alabanza al Señor te dará satisfacción y más sentimiento de seguridad respecto al futuro.
Cuanto más dikhr hagas, más sentirás que estás protegido. Los días que vendrán serán peligrosos, difíciles y arriesgados. La gente pedirá seguridad más y más, y empezarán a correr a lugares donde ellos piensen que están seguros.

Cuando te venga una situación peligrosa haz wudu, esto calmará tus nervios, coge entonces tu alfombra de oración, siéntate, permanece en ella y ponte a rezar. Ese será el lugar más seguro para ti. La alfombra de rezar y las plegarias son las mayores protecciones hoy y siempre. Con todo el tiempo que pases así nada malo puede alcanzarte.

La primera y última protección para la Humanidad es la alabanza al Señor.
Y Allah sabe mejor...
Los tiempos están cambiando y se pueden ver ya algunas profecías de nuestro Profeta Muhammad (s.a.w.) sobre la llegada del fin de los tiempos. Terribles y peligrosos días están por llegar. Las guerras e injusticias que veis ahora no son nada comparado con lo que vendrá.
La gente de esos días pasará por los cementerios y dirá: Oh, vosotros los que estáis bajo el suelo, sois afortunados al no ver estos días. ¡También yo quisiera estar ahí abajo con vosotros! Creed en Allah, rezad y alabad al Señor. Hoy no hay otra protección que ésa. Ningún ejército del mundo puede darte protección.

Los ángeles glorifican al Señor. Ellos no se cansan nunca de hacer eso, porque la glorificación es su alimento. El poder de un ángel es más que el poder de toda la Humanidad. Es un poder especial. Comparados con el poder espiritual las armas (los misiles, bombas) no son nada. Ellas pueden ser paradas en un solo momento. Allah puede parar todos los misiles nucleares en una sola noche, en una hora, en un instante. Un creyente no se asusta por una guerra nuclear. No será del modo que los incrédulos desean que sea.
El control está bajo el control de Allah. Hay gente que cree que son ellos los que están controlando, pero ellos no están controlando nada. El control auténtico está en las manos de Allah.

Allah nos manda y nos pide que le glorifiquemos. Te da fuerzas y paz, te lo da todo. Intentad pasar más tiempo haciendo esto.
Di más la illaha ila Allah, haz más du´a para Rasulullah (s.a.w.), concéntrate en la lectura del Qur´an inviolable, no trates de cambiar el mal desde la indisconformabilidad, desde el arrebato, desde el descontento, desde la ira… Ya que todo esto sale del odio, sale del Shaytan, cuando en realidad parece que es justo lo contrario.
¡Cuanta gente no educada, ve una cosa mal y enseguida arremete pensando que está obrando bien, pero Allah no lo acepta y no le contenta!
La acción verdadera brota del más sincero y puro amor a Allah, a su Profeta y a la Creación.

Hermanos, Muhammad (s.a.w.) es misericordia para toda la Humanidad y hoy más que nunca puede verse que su luz, guía y cura son más que necesarias para curar los males de toda la Tierra y de la Humanidad. Cuando no hay amor, no hay dihkr, cuando no hay recuerdo no hay vida, y el corazón está seco. El amor por Allah es vida, luz y lo que nos separa del mal.

Si tienes amor por Allah y su Profeta, vas a amar estudiar el Qur´an y la Sunna.
Cada vez que olvides y caigas en un pecado vas a sentir que estás traicionando a tu Amado Señor y a tu amado Profeta (s.a.w.). Entonces Shaytan no puede contra ti, entonces el mundo no puede contra ti, entonces tú mismo descubres que sólo cuando tu Señor te diga: ¡Oh alma sosegada, retorna feliz a tu Señor! , encontrarás la verdadera paz y felicidad.

Trata de dedicarle más tiempo a la energía espiritual. Cada oración, cada sesión de dikhr entre hermanos o en tu soledad te dará más energía y amor por Allah.
El principal objetivo es entrenar a la gente en no olvidar a su Señor, en alabarle y así obtener más fuerza y apoyo. Centenares de signos del último día están ya apareciendo, y uno de ellos es que la gente ha dejado de dar las gracias a su Señor. Por eso es por lo que han llegado a tanto sufrimiento.
Entonces caen en las drogas, en los amoríos, en las músicas y bailes. Ves que ríen con la copa en la mano, que los enamorados se besan diciendo el uno al otro: Yo soy tu dios y tú eres mi diosa, las discotecas llenas de gente cantando y moviéndose… Pero en realidad sus corazones y sus almas se mueren de hambre y sed, y el alimento y la bebida que necesitan están junto a su Señor que les está llamando. Pero ellos están demasiado ocupados en ser los más ricos, los más guapos, los más respetados por los demás… como para prestar atención a su Señor.
Mientras tanto el Último Día se acerca, el mar de las preocupaciones sube, y ellos piensan que en la montaña más alta estarán seguros. Pero no.
La seguridad, el fin de los problemas están con Allah.
El amor de Allah les dará paz ahora y siempre.

Pido a Allah que nos dé Su amor, Su misericordia, nos dé luz y nos perdone. Que la Paz y las bendiciones de Allah sean sobre Muhammad, su familia y compañeros.¡La Alabanza a Allah, Señor de los mundos, el Garante Eterno del buen fin!

No hay comentarios:

Publicar un comentario