domingo, 8 de enero de 2012

Allah, Al Muhaymim

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Un león encontró un grupo de gatos que discutían. 
“Los voy a devorar”, pensó. 
Pero entonces fue invadido por una extraña sensación de tranquilidad. 
Decidió sentarse y escuchar lo que decían.
- Buen Dios – dijo uno de los gatos 
sin percatarse de la presencia del león 
– te hemos rezado durante toda la tarde, hemos pedido al cielo que llueva ratones para nosotros.
- Y hasta ahora no ha ocurrido nada – dijo otro – 
me pregunto si Dios existe realmente.
El cielo permaneció mudo. 
Y los gatos perdieron su fe.

El león se levantó y continuó su camino pensando: 
“lo que son las cosas, iba a devorar a esos gatos pero Allah me lo impidió. 
Y aun así han dejado de creer en la gracia divina. 
Estaban talmente ocupados pensando en lo que les faltaba 
que no se han dado cuenta de la protección que Allah les han concedido.

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