Bismillahi Ar-Rahman Ar-Rahim
Querido Creyente,
Soy el invitado que estás
esperando impacientemente.
Te escribo para decirte
que dentro
de muy pocos días llamaré a tu puerta.
Me gustaría que en tu casa
(tu cuerpo)
me reservaras el mejor lugar, tu corazón.
De todas formas, antes de
entrar,
asegúrate que este sea puro,
porque no puedo vivir durante un mes
en un
lugar donde reinan el odio, el rencor y la envidia.
Límpialo de toda impuridad
utilizando una mezcla de sinceridad y arrepentimiento profundo.
Firmado: El Bendito mes de
Ramadán.
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