Un enseñante de Corán
aconsejaba siempre a sus alumnos
vivir segun esta aleya:
“Y sólo me adelanté para complacerte ¡Oh, Señor mío!”
Coran 20, 84.
Les decía:
Esta aleya es lo
que me motiva.
Cuando escucho el adhan
y estoy ocupado haciendo algo
recuerdo
esta aleya y me apresuro a rezar.
Y cuando me despierto en medio de la noche
y
solo quiero volver a dormirme pienso:
“Y sólo me
adelanté para complacerte ¡Oh, Señor mío!”,
y me levanto para orar.
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