viernes, 10 de junio de 2011

La Sunna, el sendero de Mohammad (sas)




Muhammad (PB) fue una persona ejemplar y santificada, a quien Allah envió como modelo para la humanidad:
“Realmente en el Mensajero tenéis un hermoso ejemplo para quien tenga esperanza en Allah y en el Último Día y recuerde mucho a Allah”.
(Corán, 33:21).

Su fe, piedad, conocimiento y valores morales superiores le dan ese status.
Además, su paciencia, creencia en Dios, valor, devoción, cercanía a El, justicia, perspicacia, compasión, amor y afecto por los creyentes lo hacen digno de imitar.
Los devotos de Dios buscan poseer dichas características y se esfuerzan por alcanzarlas ya que ello significa aceptar las normas éticas del Corán. En consecuencia, cada palabra, decisión, recomendación y consejo así como el estilo de vida de nuestro Profeta (PB), es decir, la Sunnah, se convierten en la guía por excelencia para los que deseen entender el Corán y vivirlo.

Los piadosos deben adherir entonces al sendero de Muhammad (PB) y tomar como guía su Sunnah.
Quien desee obtener la misericordia y el paraíso de Dios, debe construir su morada sobre cimientos firmes desde el primer momento.

El sendero recto lo siguen quienes toman como guía al Corán y los valores morales de nuestro Profeta (PB):
"Quién es mejor, quien cimienta su edificio sobre el temor de Allah y Su beneplácito o quien lo cimienta al borde de una pendiente, a punto de desplomarse, y es arrastrado por ello al fuego de Yahannam? Allah no guía a la gente injusta".
(Corán, 9:109)

Quien actúa respetando a Dios y se esfuerza por obtener Su beneplácito, es un seguidor leal de nuestro Profeta (PB) y busca imitarlo en sus normas morales y de creencia. La única manera de asegurarse una conducta así, es procediendo estrictamente según el Corán y no separándose nunca de la noble Sunnah.

(Harun Yahya - La importancia de la sunna para el creyente)

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