Un niño entró en una
mezquita de Paris
y dijo al Imam:
- Me manda mi madre
para
que estudie en su colegio
El Imam le respondió:
- ¿Y
dónde está tu madre?
Necesito preguntarle algunos datos
El niño respondió:
- Está
fuera, en la calle,
no puede entrar porque no es musulmana...
El Imam salió entonces
fuera
y se encontró con la madre, que le dijo:
- Tengo una vecina
musulmana,
cuando lleva a sus hijos al colegio por la mañana
le besan las
manos...
la felicidad no falta nunca en esta familia.
Oh Imam, nunca he visto un
musulmán
que ponga a sus padres en un asilo.
Toma mi hijo y enséñale,
esperando
que haga conmigo
lo que vosotros hacéis con vuestros padres.
“Tu Señor ha ordenado que
sólo Lo adoréis a Él y que hagáis el bien con los padres. Y si a alguno de
ellos, o a los dos juntos, les llega la vejez junto a ti, no les digas
"uff" ni los rechaces, sino que háblales con buenas palabras”. Coran 17, 23
Que bonito mensaje el que nos traes esta vez.
ResponderEliminarPor mucho que les demos a nuestros padres, no podremos devolverles lo que ellos nos dieron antes.
Saludos
Y solo nos damos cuenta cuando nosotros también nos convertimos en padres.
ResponderEliminarGracias Maribel por tu visita.
As-Salam aleykoum