El invierno es la primavera
del creyente,
en la se pasea por el jardín de la obediencia.
Los días son
cortos y fríos,
durante los cuales puede ayunar facilmente
y las noches son
largas,
durante las cuales puede dormir y también rezar.
- Ibn Rajab
(Lata'if-ul-Ma'arif, p. 435)
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