El dar en caridad extingue los pecados como el agua extingue el fuego. La caridad también extingue la ira de Al-lah y resguarda a la persona en el Día de la Resurección.
Ramadán es el mes de la obediencia y de la realización de buenas obras. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, fue el mejor de la humanidad y el más obediente a su Señor, y él solía incrementar sus actos de adoración durante este bendito mes.
El Imam Ibn Al Qaiem, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo:
“El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, era el más generoso de todas las personas; pero el tiempo en el que daba más (en caridad), era durante el mes de Ramadán; también solía incrementar su recitación del Corán, sus oraciones, sus alabanzas a Al-lah y su I’tikaf (el retiro en la mezquita con la intención de adorar a Al-lah)”.
Los Compañeros, que Al-lah Esté complacido con todos ellos, eran visiblemente más generosos durante el mes de Ramadán.
Los Compañeros, que Al-lah Esté complacido con todos ellos, eran visiblemente más generosos durante el mes de Ramadán.
El Imam Ibn Al Qaiem, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo:
“Existe una diferencia entre ser generoso dando en caridad y ser derrochador: una persona generosa gasta en la caridad de manera apropiada; mientras que la persona derrochadora puede gastar exageradamente en cosas que no son necesarias, y ser muy tacaño a la hora de gastar en cosas de extrema necesidad”.
Anas, que Al-lah Esté complacido con él, dijo:
Anas, que Al-lah Esté complacido con él, dijo:
“El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, era la persona más valiente y el más generoso”.
(Al Bukhari y Muslim)
Ibn ‘Abbas, que Al-lah Esté complacido con él, afirmó:
Ibn ‘Abbas, que Al-lah Esté complacido con él, afirmó:
“El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, era el más generoso de todas las personas, y solía alcanzar la cima de la generosidad en el mes de Ramadán, cuando Yibril (Gabriel) lo visitaba. Yibril solía reunirse con él todas las noches de Ramadán para enseñarle el Corán; y cuando estaba con él, él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, era más generoso que un viento fuerte e incontrolable (es decir, en la preparación y la rapidez para hacer obras de caridad)”.
(Al Bukhari y Muslim)
Ibn Hayar, que Al-lah le Dé Su perdón, comentando sobre esta narración, dijo:
“Esta generosidad incrementada resultaba de la virtud del mes, de aquél con quien repasaba el Corán, y de lo que estaba siendo repasado (es decir, la Palabra de Al-lah)”.
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